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Phaseolus vulgaris

Nombre común: Judía, judías, habichuela, habichuelas, alubia, alubias, frijol, frijoles, porotos

Sinónimos:Phaseolus aborigineus variedad hondurensis. Phaseolus communis. Phaseolus compessus. Phaseolus esculentus. Phaseolus nanus

Tipo:Hortalizas y leguminosas

Viveros productores y comercializadores de Phaseolus vulgaris:Viveros Guzmán

Descripción:

La judía (Phaseolus vulgaris) es una especie anual procedente de América, muy extendida y cultivada por sus vainas y por sus granos secos; para ello, se recolectan antes de su madurez completa o cuando están secas totalmente.

La judía se desarrolla muy rápida y produce altos rendimientos, pudiéndose conservar perfectamente por congelación o por esterilización.

Existen muchas variedades en el mercado, unas enanas y de porte erecto, las otras de enrame con tallos volubles; también se diferencian por sus vainas en cuanto a forma, dimensiones y color, o por la presencia o no de pergamino durante el desarrollo de las vainas.

Las más frecuentes son las variedades enanas, que forman una mata de unos 30 a 40 cm. de altura, que producen vainas verdes, jaspeadas de violeta o amarillas, redondas y carnosas, que se deben recolectar muy jóvenes, cuando se pueden romper fácilmente sin presentar hilo o pergamino cuando se las prepara.

Estas variedades enanas se adaptan para producir vainas verdes o granos secos (alubias).
 
Las variedades de enrame, que alcanzan 2 a 3 m. de altura, incluyen tipos de consumo en vaina o en granos; sus vainas son generalmente más largas (20 a 25 cm.) qué las variedades enanas (15 a 18 cm.).
 
En Francia, la judía de España (Phanseolus multiflorus), con flores blancas o rojas, se considera como una especie ornamental; la forma blanca produce granos tiernos de una excelente calidad, incluso en Inglaterra se consume la vaina entera cuando los granos empiezan a formarse.
 
Después de algunos años, los seleccionadores han obtenido variedades de judías enanas para verdeo en los que se ha reunido fundamentalmente la calidad, el rendimiento y la resistencia a las enfermedades.
  
Cultivo:
 
La planta de judía es sensible a las heladas y no vegeta por bajo de los 10°C; por ello, la judía no puede sembrarse en primavera nada más que en los suelos calentados suficientemente.


Prefiere las situaciones soleadas y se desarrolla en todas las tierras sanas del jardín; en suelos muy calcáreos se producen alubias de piel muy dura, que las hace difícil de cocer (las alubias de mejor calidad son las "del Barco", por producirse en suelos ácidos, libres de cal).
 
Binar para destruir las malas hierbas y recalzar ligeramente las plantas, sin llegar nunca a tocar las raíces.

Regar los cultivos en tiempo cálido y seco puede provocar la caída de las flores.
 
Colocar al pie de cada planta de judía de enrame un tutor de 2 m. a 2,50 m. de longitud, inclinándolo hacia el centro de la tabla, y alrededor de los mismos los tallos se podrán enrollar levantándose del suelo.
 
Para conseguir una mayor solidez de los tutores, que deben soportar una carga importante de tallos y hojas, se atan éstos en la parte superior sobre otro tutor puesto horizontalmente, o también se puede evitar éste atando 3 a 5 tutores juntos formando como una cabaña.
 
Estas disposiciones evitan el que la acción de los vientos abata las plantas.

En las jóvenes plantas conviene colocar los tallos en los tutores, pues a veces éstos no encuentran los tutores y las plantas quedan en el suelo.
 
Vigilar que las judías nunca padezcan la falta de agua; ésta es una condición esencial para una buena calidad de las vainas que, en condiciones de sequía, se vuelven rápidamente duras y fibrosas, sobre todo en las variedades con pergamino cultivadas para judías verdes.
 
Los riegos son menos importantes en las variedades para grano (alubias), pero tienen no obstante una gran influencia sobre el rendimiento cuando los riegos son escasos.
 
Como los guisantes y todas las leguminosas, las judías poseen en sus raíces bacterias nitrificantes (capaces de fijar el nitrógeno atmosférico); esto permite no hacer abonados nitrogerados, pues no los necesitan, además de enriquecer el suelo de este elemento.
 
Cosechar periódicamente las vainas, por lo menos dos o tres veces por semana, en el período de mayor crecimiento, y hacerlo con cuidado para no dañar las flores y las jóvenes vainas.

Las vainas jaspeadas de violeta de algunas variedades son muy visibles entre la masa compacta del follaje; ello facilita la recolección de las vainas de grosor adecuado, evitando el dejarlas en la planta, pues serán excesivamente duras en la próxima recolección.
 
Multiplicación:
 
Las judías enanas se siembran "a chorrillo", en líneas separadas de 45 a 50 cm., o a golpes, con cuatro o cinco semillas, separadas a 40 cm. sobre la línea.

En el primer caso, las plantas quedan repartidas a 8 o 10 cm., o sea 20 o 25 plantas por metro cuadrado.

Las judías de enrame se disponen en tablas formadas por dos líneas separadas 75 cm.; las tablas se alternan con los cultivos de hortalizas bajas, para conseguir una buena aireación (muy necesaria para la buena producción de vainas); las semillas, en todas las variedades, se deben recubrir solamente con 2 cm. de tierra.
 
Las siembras están condicionadas a las situaciones ambientales; no deben plantarse antes de que el suelo alcance una temperatura de unos 8 a 10°C. Éste es el único dato a tener en cuenta para conseguir una producción de judías; desde este momento en adelante, el cultivo no presentará dificultades.

En las zonas frías del interior, no se pueden hacer siembras antes de principios de mayo; en situaciones protegidas, pueden empezar a mitad de abril.
 
Las siembras se prolongan hasta final de junio para la producción de grano seco y hasta mitad de julio para conseguir vainas verdes.

Para abastecernos durante un período amplio, las siembras de judías verdes deben hacerse con una periodicidad de dos o tres semanas.

Las judías de enrame tienen una vegetación más prolongada; para poder aprovechar totalmente su producción, sembrar al final de las judías enanas, desde principios a mitad de julio.
 
El trasplante a raíz desnuda no lo tolera la judía, ni las otras leguminosas, pero se pueden hacer siembras en maceta en lugares resguardados, para trasplantar después de las últimas heladas
 
Usos:
 
Cultivo para producción.

Características

Altura: 2-3 mExposición a pleno SolPrecisa riego abundanteMarco y fecha de plantación: 10 x 40Mes de maduración: Conforme van madurando