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Quercus ilex ssp. rotundifolia

Nombre común: Carrasca, Encina carrasa, Encina dulce

Sinónimos: Q. rotundifolia, Q. ilex subsp. ballota

Tipo:Árbol ornamental

Viveros productores y comercializadores de Quercus ilex ssp. rotundifolia:Veraleza, Viveros Ángel

Descripción:

Se diferencia de la Encina en que su hoja es más redondeada, normalmente con las hojas jóvenes pinchosas y crecimiento más lento. La bellota es más grande y dulce. Pero es muy difícil de diferenciarlas.

Es uno de los árboles más representativos del estrato forestal arbóreo de la Península Ibérica, considerado uno de los elementos climax de la vegetación que conforma el bosque mediterráneo. La encina forma una copa globosa y voluminosa, de crecimiento lento, en algunas partes de las Españas forma dehesas cuando es cultivada junto con otras especies del Género Quercus.

Se trata de un árbol perennifolio que puede alcanzar los 25 metros de altura, perteneciente a la Familia Fagaceae, tiene las hojas coriáceas, color verde oscuro por el haz, y más claro y tomentosas por el envés, se caracterizan por tener los bordes espinados, sobre todo en las ramas bajas o cuando el ejemplar es joven. Las hojas situadas en la parte superior de la copa están desprovistas de estas espinas. Que las hojas sean tan coriáceas es lo que permite que la encina pueda crecer en zonas secas y con gran exposición solar, como son las áreas de clima mediterráneo.

Tiene la corteza de color gris al principio, agrietada en estado adulto, y de un fortísimo color negro que lo hace muy característico.

La encina es una especie monoica, aunque a veces puede comportarse de manera dioica. Las flores masculinas se presentan en amentos, agrupados en ramillos. Las femeninas son pequeñas; salen aisladas o en grupos de dos, sobre los brotes del año. Las flores dan como fruto la bellota, empleada como alimento Las bellotas son unos glandes de color marrón oscuro cuando maduran (antes, lógicamente verdes), brillantes y con una cúpula característica formada por brácteas muy apretadas y densas.

La encina es un avanzado y complejo árbol dentro de la flora autóctona de la Península Ibérica, la reina del bosque mediterráneo, sus raíces producen simbiosis con microrrizas, algunas del género tuber lo que hace que la encina tenga un alto valor en la economía agrícola para la producción de trufas.

Cultivo:

La encina podemos encontrarla en todo el arco mediterráneo cuyo clima sea seco, luminoso y caluroso. Desde el nivel del mar hasta los 1500 m sobre el mismo, la encina crece en todo tipo de suelos, facilmente reproducida por sus bellotas, que siempre caen y crecen al abrigo de la sombra de otra encina. Conforme el clima se va atemperando y aumentan las lluvias, las encinas se sustituyen por sus hermanos robles, quejigos o alcornoques todos del Género Quercus.

Los cultivos de encinas sirven para producción de bellota, que es un excelente alimento para el ganado. Forman dehesas que son grandes extensiones de terreno de pastos, acompañadas de bosquetes de encinas que son un magnífico refugio para la fauna mediterráena. Las dehesas son un paisaje característico del campo ibérico.

La madera de la encina, además, es extraordinariamente dura e imputrescible, se ha empleado para generar piezas con gran uso (carros, barcos, etc). Se ha empleado para hacer carbón vegetal cosa que hizo que la susperficies de bosque de encina fuera muy afectado durante el S.XIX y S.XX para producción de carbón en aquellos lugares donde no podían hacerse dehesas.

La encina apenas requiere de riego, o abonados, ni siquiera podas. Es un árbol de muy fácil cuidado, actualmente muchas administraciones empiezan a implantarla en los parques y jardines urbanos, por su valor paisajístico y natural, así como lo representativo de la flora autóctona. Como es un árbol que crece lento y fuerte no da problemas de roturas o afección grave a servicios o infraestructuras. Además proporciona una espléndida sombra que hace de las delicias de los usuarios de los parques y jardines.

Multiplicación:

La encina se reproduce facilmente con las bellotas, que pueden ser germinadas, sobretodo cuando la bellota es reciente, si está demasiado seca, esta no germinará. La encina necesita de cierto sombraje para germinar y desarrollar la plántula, por eso los Quercus (a diferencia de otras especies arbóreas mediterráneas) crecen a la sombra de su madre. En las repoblaciones, las encinas se colocan bajo dosel arbóreo que tenga luz tamizada por las copas de otros árboles para que se pueda desarrollar la plántula, una vez la encina crece lo suficiente, las hojas se tornan mas coriáceas y pueden soportar la exposición a pleno sol.

Las encinas tb se pueden reproducir mediante esquejado, división de mata, o rebrote de su sistema radicular.

Usos:

Formación de dehesas para producción de bellotas empleadas en la alimentación de la ganaderia. También se forman campos de encinas para producción de trufas. Su madera es aprovechable y han servido para producir carbón vegetal.

En la actualidad tienen un gran uso ornamental, por su lento crecimiento y por tener un extraordinario porte en estado adulto, lo que incrementa el valor paisajístico de las zonas verdes y generan impresionantes zonas de sombra.

Características

Forma redondeadaHoja perenneTolerancia máxima al frío: < -1°CMes de floración: IV-VAltura: 20 m