Se trata de un árbol que se encuentra en las montañas de Andalucía y Norte de África a más de 1000 m de altitud.Tiene un crecimiento lento y llega a vivir de 100 a 200 años.
Es una conífera alta que alcanza los 2m a los 10 años y 15 m en la madurez debido a que esta variedad tiene un porte mucho más chaparro. Tiene una forma cónica e irregular, sobre todo en los ejemplares jóvenes, ya que con el tiempo se vuelve algo achatada. Posee un color gris azulado oscuro. Las ramas principales aparecen desde la base del tronco y persiste largo tiempo y las ramillas jóvenes son de un color pardo-rojizas y lampiñas. Con la edad el tronco va quedando limpio de ramas en gran parte de su altura.
Las raíces son largas, gruesas y someras a suelos de sustrato rocoso. En suelos sueltos y frescos son de abundante ramificación y de fuerte anclaje.
Las hojas son persistentes y permanecen en el árbol hasta 15 años. Aciculares cortas rollizas más o menos apuntadas y puntiagudas.
Florece a finales de abril-mayo y da lugar a unos conos cilíndricos de 10 a 15 cm de longitud y unos 3-5 cm de anchura.
Cultivo:
Crece a 1000-2000 metros de altitud con lo que resiste heladas fuertes y vientos. Es capaz de tolerar la segunda línea de mar, pero no le va nada bien la calor.
Es sin duda el mejor abeto para suelos calcáreos, pero no soporta la sal. Necesita un grado de humedad elevado y le van bien los lugares con cierta sombra o semisombra.
Multiplicación:
Por equeje, aunque es algo difícil.
Usos:
Árbol muy usado en alineaciones de calles de ciudades, en parques y jardines.
Durante tiempo se ha usado su madera y se ha plantado con fines forestales en las regiones de las cuales es originario. Tiene un alto valor ornamental.
Forma piramidal
Tolerancia máxima al frío: < -1°C
Altura: 15 m
Exposición a pleno Sol
Precisa poco riego